Túnez fue uno de los destinos protagonistas del Salón Mundial del Turismo, que se celebró del 16 al 19 de marzo en París. Túnez vuelve a estar en el candelero, presentando un turismo sostenible orientado a diversificar la oferta mediante la valorización del patrimonio natural, cultural e inmaterial.
La Ruta Culinaria de Túnez es uno de estos ejes temáticos, fruto de la colaboración entre diferentes instituciones nacionales e internacionales*, con el objetivo de convertir el patrimonio culinario tunecino en experiencias creativas que puedan atraer a diferentes perfiles de turistas, a lo largo de todo el año y en todo el territorio.
Se han elegido seis productos emblemáticos, que ponen de relieve seis grandes regiones: el queso del Noroeste, la harissa de Cap Bon, el aceite de oliva del Centro y Dahar, el vino del Norte, los dátiles del Suroeste y el pulpo de Kerkennah.
Aprender a hacer harissa, declarada Patrimonio Inmaterial por la UNESCO el pasado diciembre, elaborar aceite de oliva en la región de Dahar, conocer todos los secretos que hacen única la pesca del pulpo en Kerkennah, sumergirse en las culturas de los oasis del Suroeste, vivir una experiencia única en torno a las palmeras datileras o adentrarse en el mundo de los viticultores tunecinos, las experiencias son tan diversas como infinitas.
Si el stand de Túnez fue durante cuatro días el punto de convergencia de los viajeros en busca de destinos auténticos, las numerosas conferencias, que presentaban un Túnez rico en culturas y territorios, atrajeron también a un público numeroso e interesado, tanto B2C como B2B.
La conferencia sobre la Ruta Culinaria de Túnez, animada por Caroline Couret, Directora de la Red de Turismo Creativo®, organismo encargado de poner en marcha una parte de la Ruta Culinaria, y Leïla Tekaia, Directora de la Oficina Nacional de Turismo de Túnez en Francia, España y Portugal, reunió a futuros turistas y profesionales B2B deseosos de integrar estas ofertas en sus catálogos, con el fin de “revisitar” el destino Túnez.
Concebida como un proyecto federativo e integrador, la Ruta Culinaria se apoya en la participación de los agentes locales de las zonas afectadas (agricultores, artesanos, profesionales del turismo, hostelería y restauración, asociaciones cívicas, etc.) para co-crear nuevas experiencias culinarias que les permitan dar a conocer su historia y su saber hacer ancestral.
Al promover dinámicas regionales e interregionales, la Ruta Culinaria pretende reforzar las economías locales para convertirlas en polos de turismo sostenible y posicionar a Túnez entre los destinos internacionales más populares por su patrimonio gastronómico.
Una vuelta a la esencia del viaje y a los valores humanos, basada en el intercambio -justamente remunerado- de conocimientos técnicos.
………………………………………………………………….
*La Ruta Culinaria de Túnez se desarrolla dentro del proyecto “Promoción del Turismo Sostenible” ejecutado por el Ministerio de Turismo con el apoyo de la GIZ y financiado conjuntamente por el Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y la Unión Europea en el marco de su programa “Tounes Wijhetouna”.
