Día Mundial del Turismo 2021: (finalmente) ¡un regreso a la esencia del viaje, humano y creativo!

 Este 27 de septiembre de 2021, el Día Mundial del Turismo adquiere un significado nuevo o, simplemente, ¡tiene más sentido que nunca! Las Naciones Unidas han hablado: es el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible.  ¡El turismo será aún más creativo y sostenible este año y los años venideros!

 

Una tendencia que anticipó la Red Mundial de Turismo CreativoCreativeTourismNetwork®, cuando se creó en 2006, con el fin de acercar destinos de todo tipo, haciendo de la creatividad el denominador común de su desarrollo turístico. Desde pueblos de la Provenza hasta megalópolis como Medellín, pasando por las Islas Magdalenas (Quebec), o la ciudad creativa surcoreana de Jinju, la red apoya a los territorios en la creación de una certificación denominada CreativeFriendlyDestination, que pone de manifiesto su ADN, al tiempo que los posiciona. en una escala global.

Más recientemente, la crisis sanitaria ha incrementado el interés, tanto de los turistas, como de los destinos, por este turismo, cuyas virtudes son numerosas.

CarolineCouret   

 Caroline Couret, fundadora y directora de Creative Tourism Network®, comparte con nosotros su experiencia de más de una década al frente de este sector en constante evolución.

 

 

– Antes de entrar en el tema, quizás sea necesario recordar ¿ qué entendemos por “turismo creativo”?

En efecto. Es una forma de turismo, teorizada por los profesores Greg Richards y Crispin Raymond a principios de la década de 2000, que permite al viajero descubrir y comprender la cultura local de un lugar, participando activamente en actividades creativas, relacionadas con su patrimonio inmaterial, su identidad y su ADN.

Hacer pan en Valaparaíso, aprender a hacer castillos de arena “artísticos” en las Islas Magdalenas o esculturas de nieve en Saint-Jean-Port-Joli (Quebec), iniciarse a la cosmética a base de rosas en Gabrovo (Bulgaria), ensayar las coreografías del carnaval en Recife (Brasil), crear un sombrero de toquilla en Quito, ¡son algunas de la infinidad de experiencias coloridas que nos brinda el turismo creativo!

Además de la experiencia en sí, también es importante el valor añadido que este turismo aporta al territorio. De hecho, los destinos consideran el turismo creativo como una palanca para el desarrollo territorial, en particular para promover el turismo fuera de temporada y estadías más largas, diversificar la oferta y, por tanto, la demanda, revitalizar su imagen, promover la cohesión social y la resiliencia.

En definitiva, se trata del turismo más sostenible, al utilizar un recurso inagotable como es la creatividad.

Por tanto, no es fruto de un fenómeno de moda, sino la adaptación del turismo a los cambios societales de las dos últimas décadas, que han llevado a los particulares, y por extensión a los turistas, a convertirse en viajeros experimentados, prosumidores, en busca de valores humanos y experiencias auténticas.

Luego, el turismo creativo, también conocido como “turismo naranja”, se desarrolló a diferentes ritmos en varias partes del mundo, para estar hoy en el centro de las estrategias nacionales. América Latina, y más particularmente Colombia, que de hecho tiene un Ministerio de Economía Creativa, lo ha convertido en el motor de su desarrollo económico y sustentable. Al igual que Indonesia, cuyo Ministerio de Turismo y Economía Creativa fue galardonado con el Premio al Mejor Destino Creativo del Mundo, por los CreativeTourismAwards.

– El turismo creativo ahora parece ofrecer soluciones para destinos en el horizonte post-covid. ¿Es cierto?

En primer lugar, quiero matizar mi respuesta. La crisis sanitaria que estamos viviendo es dramática y la crisis económica lo será también, especialmente para el sector turístico. Pero la crisis también ha marcado un punto de inflexión importante en el crecimiento de este virtuoso turismo. En efecto, la disrupción provocada por esta situación sin precedentes a nivel planetario, ha llevado a una reconsideración de los valores humanos, de lo intangible, de la autenticidad y de las distancias. En este sentido, el turismo creativo también ha permitido a los destinos mantener la actividad a pesar de las limitaciones geográficas, al atraer a un turismo de proximidad, al co-crear experiencias singulares con los actores locales. El llamado “staycation”. Y todo ello, facilitado por una implementación muy rápida, ya que menos de dos meses fueron suficientes para que destinos como Perpignan-Méditerranée añadieran este segmento en su oferta de verano, tras el confiniamiento de 2020.

Así, el turismo creativo no sólo se ha posicionado como una demanda muy apreciada de las nuevas generaciones de viajeros, sinó que se ha convertido también en una “navaja suiza” para el sector turístico.

– Y más generalmente, ¿cuáles son los beneficios del turismo creativo?

Primero, el hecho de que no produce externalidades negativas, sino que por el contrario, permite convertirlas en activos positivos. Pienso, por ejemplo, en la estacionalidad. Numerosos destinos “maduros” y monográficos, centrados en el turismo de playa o el esquí, como fue particularmente visible este año, encuentran en el turismo creativo una alternativa al desarrollar el turismo fuera de temporada, que nace de forma casi “orgánica” al repensar creativamente los recursos intangibles existentes. También permite crear un ecosistema al incorporar actores locales de sectores como la artesanía, las culturas tradicionales, las industrias creativas o la agricultura, por ejemplo, para capacitarlos y ofrecerles nuevas oportunidades profesionales durante todo el año. Por lo tanto, estamos en una lógica de economía circular que actúa positivamente a nivel de dinamismo económico, cohesión social, resiliencia, gobernanza, por nombrar solo algunos de los objetivos de desarrollo sostenible. Gracias a esto, es posible implementar proyectos en un período de tiempo muy corto y con un presupuesto reducido.

estamos en una lógica de economía circular que actúa positivamente a nivel del dinamismo económico,

la cohesión social, la resiliencia, la gobernanza,

 

– ¿Algunos ejemplos?

Todos los destinos de nuestra red han optado, por diferentes motivos, por un modelo de este tipo para reinventar su turismo y hacerlo más virtuoso. Las Islas Magdalenas (Îles de la Madeleine) en Quebec son un excelente ejemplo. La co-creación de experiencias con artistas, artesanos, actores culturales y agricultores locales ha generado nuevos motivos de estancia permitiendo atraer en temporada baja nuevos perfiles de viajeros: solteros, seniors, tejedores, tejedores, team building, etc. Al participar en talleres de vidrio soplado, fotografía, cocina con langosta, música acadiana o… castillos de arena, estos viajeros de corazón, experimentan una inmersión en el corazón de esta cultura isleña, tan única y entrañable. ¡Una oferta que no puede ser más Km0! ¡Pero podría mencionar un sinfín de ejemplos, en todos los continentes!

De la misma forma, Visit Empordanet (Cataluña), Saint-Jean-Port-Joli (Quebec), Arequipa (Perú), Valparaíso y el lago Llanquihue (Chile), Barcelos y Loulé (Portugal), destacan por su virtuosa gestión turística.

 

– Hablemos de la implementación de dichos programas. ¿Cómo se articula?

No existe un modelo único, el objetivo es precisamente moldear cada proyecto de la forma más orgánica posible para que esta “materia viva”, es decir, estas tradiciones, estos conocimientos y estas personalidades, conviertan eventuales externalidades negativas en palancas positivas. Asimismo, desde el CreativeTourismNetwork® priorizamos el pragmatismo, la inclusividad y la eficiencia, a la hora de implementar un programa dentro de un destino. Si bien estos programas son impulsados ​​por una entidad pública (gobierno local, oficina de turismo, departamento de cultura), es fundamental que agrupen, desde la fase inicial, a todos los sectores de la población. Es este modelo bottom-up, esta representatividad y estas relaciones interpersonales, lo que forjará la identidad y excepcionalidad del proyecto y lo convertirá en el elemento diferencial del destino, apreciado por los turistas. Y luego, por supuesto, el turismo creativo también debe entenderse como una forma creativa de gestionar el turismo, y en este sentido, la creatividad se alimenta de esta riqueza humana.

– Concretamente, ¿cómo “gestionar” una comunidad tan diversa y, lo que es más, integrarla en lo que todavía se considera la industria turística?

¡Con empatía y pasión por las personas, los valores humanos! En cualquier caso, ésta es la esencia del viaje, el encuentro del Otro (¡que muchas veces somos “nosotros mismos”!). Nuestra visión del turismo siempre se ha guiado por esto y eso es una gran noticia: ¡finalmente una! – constatar que la crisis actual favorece la vuelta a estos valores. Concretamente, ayudamos a los destinos, a través de sus administraciones, a identificar los agentes locales que podrían estar en el centro de estas experiencias. Esto requiere una transversalidad de los sectores del arte, el turismo, la cultura, la agricultura, entre otros, que es la base de la economía creativa. Nuestro reto es trabajar con ellos, respetando sus especificidades profesionales, pero también personales, mediante formaciones personalizadas y sesiones de trabajo. Este trabajo de cocreación es el único que permite crear experiencias creativas únicas que reflejan el ADN del destino, al tiempo que crean un ecosistema para el territorio.

¿Cuánto tiempo y qué costo conlleva?

La respuesta habitual es por supuesto “depende”, pero para dar una idea podemos poner en marcha un proyecto con mapeo, formación, diseño de experiencias y estrategia de promoción incluida, en uno o dos meses, y comunicarlo oficialmente. En cuanto al costo, tratamos de incluir la mayoría de estos servicios en el costo de la membresía, con el fin de facilitar los trámites administrativos. Esto supone un presupuesto de entre 800 y 1.500 € dependiendo de las características del destino. … Sí, no es mucho, pero queremos que nuestra red sea inclusiva y que se cree riqueza a partir de las acciones y sinergias que se generen dentro de la red.

comercializar en una dimensión “global” experiencias que respeten las tradiciones locales, sin caer en el folclore y sin distorsionar las relaciones visitantes-visitados. 

– Una vez creados, ¿no quedan estos programas “al margen” de la industria turística?

Podría, pero esto es lo que CreativeTourismNetwork® se ha propuesto. Es decir, comercializar en una dimensión “global” experiencias que respeten las tradiciones locales, sin caer en el folclore y sin distorsionar las relaciones visitantes-visitados. Como organización sin fines de lucro, podemos desempeñar este papel de mediadores y garantizar que en cada eslabón de la cadena de valor, el papel de cada uno no solo se respete, sino que también se optimice. En efecto, no se trata de pedirle a un artesano que se convierta en agente de viajes, sino de formarlo y acompañarlo, para que pueda ofrecer en B2C o B2B, una experiencia creativa que, al mismo tiempo, responda a las nuevas demandas del mercado y respeta, casi se podría decir, su ritmo biológico. Esto abre un campo infinito de oportunidades para los operadores turísticos y las agencias de viajes, que pueden tratar con los perfiles turísticos más diversos y los “creadores de sueños” locales y coloridos. Su supervivencia, tan destacada últimamente, se basa en esta capacidad de reinventarse, de crear nuevas narrativas. El artista, el artesano, mantendrá su independencia entre la creación artística y la actividad “turística”.

a través de su modelo de economía circular, el turismo creativo garantiza la sostenibilidad.

-¿Cuál es el futuro, cercano o lejano, del turismo creativo?

Hemos visto que es difícil proyectar hacia un futuro. Sin embargo, a través de su modelo de economía circular, el turismo creativo es un garante de sostenibilidad. Al hacer de la creatividad su principal recurso, sabemos que sólo se puede fortalecer y expander. Además, dado que la demanda es consecuencia del cambio societal, su crecimiento será sostenible, incluso acelerado. La disrupción ha generado un punto de inflexión, hacia un desarrollo virtuoso irreversible.

– ¿Y la última palabra?

¡O … la primera! Después de varios años preparando el terreno con destinos de todo el mundo, y expertos de todos los sectores, estamos viviendo con entusiasmo esta nueva era del turismo, mucho más sensible a temas tan locales que son universales. Tenemos una herramienta para hacer del mundo un lugar mejor, ¡Estamos de celebración!

 

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